20 marzo, 2012

Narciso...

De niña era reconocida por su belleza
Mientras crecía su autoestima disminuía
Lo que en un principio era una protuberancia
Se convirtió en 12 centímetros de clítoris

Las hormonas estaban haciendo su tarea
Y la elección debía ser la más natural y menos traumática
A sus 14 años decidió ser un hombre

De hombre su cuerpo cambio radicalmente… pero…
Las líneas de su cara seguían suaves y delicadas
Sus rasgos andrógenos atraían a ambos sexos

Todos se sentían más hermosos a su lado
Todos se abrían como una flor ante su presencia
Pero el rechazo era evidente
Nadie sabía su secreto

El sexo poco le importo pues él y ella no eran ni hombre ni mujer
Bajo la sabana todo era una comunión
Un sol donde todo gira a su alrededor
Su camino como ser era la perfección

Tanto poder de atracción, sin dirección
Narciso aprendió la manipulación y aprovecho la energía a su favor

Obligaba a todos a ser su espejo
Se reflejaba en todos
Los espejos le decían:

-Eres lo más hermoso que jamás he reflejado

Todos repetían lo mismo… un eco incesante
Rogando por aceptación
Su corazón estallaba de emoción
Su única razón era esa sensación

pero cuando se miraba en el espejo no encontraba el reflejo tan gratificante que los otros le podían dar...

Narciso murió con la mirada fija en el espejo
tratando de hallar por si solo el eco que deseaba escuchar...